domingo, 12 de agosto de 2012

La intriga es mucha carga para mi débil cabeza.
Una migraña podría fácilmente hacerme caer al suelo.
Con mayor razón el susurro de la sospecha.
Días en que detesto mis palabrería, titilante y rítmica;
como péndulo
como olas de mar.
Y despiertan voces dentro de mí, realidades semejantes;
perturbadas unas
respetuosas otras.
Remolino viviente, de dudas que dudan existir.

lunes, 9 de julio de 2012

Juventud, mantente dormida y silenciosa, para que pasen suaves los días.
Días como estos, embriagados en felicidad, tanta que desborda los ánimos.
Deliciosos minutos, ojalá se arrastrasen lentos y prolongados. Para no sentir que no hice aquellas cosas que tanto quise y quiero. Abrazarte dos veces más.
Piernas negras, dedos rotos.
Ardidos contactos entre exquisiteces tuyas y mías.

jueves, 28 de junio de 2012

Las calles llenas de cosas, vacías ante mis ojos.
El paso despreocupado, el viento en mi pelo.
No hay sonrisa en mi cara, tampoco mueca de sufrimiento.
En esos momentos, me recuerdo tal como soy.
Confinada a los delirios, a las persecuciones, a las figuras literarias que aparecen en mi mente, como relámpagos.
Sigo siendo yo, después de las íntimas transformaciones.
Yo y el saco gris de mis vivencias, las más acaloradas son de hace poco tiempo, las guardo bajo siete llaves, momentos favoritos de existencia. Recuerdos antiguos y malgastados, amores negros a poetas muertos; aferrados a la idea sangrienta de morir por morir, morir por gusto. Qué tontería.
La taza de té a cualquier hora del día, el divagar cansado de mis miedos.
Soy yo, la que fui y la que soy. Distinta en mil maneras... Más feliz. Si, más feliz.

Mirar las mismas cosas, con la pena de siempre. Dejar la rutina por un minuto o dos y contemplar la angustia que envuelve a lo diario, el desconcierto. Estoy parada, en medio de la calle. ¿Por qué?

Van pasando los minutos, carcomiendo la energía del día, mascullando momentos.
Va pasando el día, como tren que no espera a nadie, como un golpe de viento, que no avisa a nadie, que despeina a todos, que entristece mi pecho, que ilumina mis ojos.
Va pasando todo y yo acá con mi cara ardiendo y mi té a la derecha.
Y tú en algún lado, recorriendo los matices de tu propio relato.
Y tú en algún lado, incendiando las calles sin darte cuenta; dando de respirar a mis pulmones, sin darte cuenta.

sábado, 23 de junio de 2012

Entre ruidos molestos, olvidé lo esencial para las tardes.
Escribir por gusto, sabiendo no ser leída por nadie, sabiéndome oculta entre los bosques anómalos de quien se pierde, también por gusto.
Los ojos se me agrandaron hasta no caberme en la cabeza, salieron derretidos y cayeron a goterones turbios sobre mi cuerpo, todavía frío.
Siento fuego en el cerebro, crónica de una pesadilla anunciada.
Y si, me arrepiento de la misma forma en que no lo hago.
Me nublo.
Estoy en shock.
Pierdo la dirección de mis músculos abatidos.
Me pesan los brazos, barro el suelo con mis nudillos huesudos.
Escribir hasta perder la conciencia.
Escribir hasta que no signifique nada.
Como ahora, como justo ahora.

miércoles, 13 de junio de 2012

Podrían ser tantas las opciones que se enmascaran en este momento de alguna forma real.
Podrían mis ojos estar golpeando otros lugares ahora mismo.
Y mis manos parpadeando otros lenguajes.
Los edificios bien podrían difuminarse perdiéndose en un olvido.
La tierra ser el cielo.
Lo perpetuo, pasajero.
Escalones de acero, profecía bíblica y emocional.
Mi edad no es tal.
Mi materia es mariposa de sombra, recorriendo cada espacio en el rabillo de mi ojo.
El frío de esta noche, promesa vacía.

jueves, 31 de mayo de 2012

Avanzo bajo el aleteo desagradable de las palomas que abundan por estas calles.
Sus ojos redondos y rojizos han de mirarme avanzar esquivándolas.
El viento enrojece mis mejillas, los veo a todos en mi contra.tan vacíos, profundamente mediocres.
Todos pasan rápido, están ciegos y sordos. Pedantes.
Miro unos grados al cielo, me encuentro con tu pelo incendiando el viento.
No todos me dan asco, en este mundo de ánimas confundidas.
Y cuando tu mano tibia atrapa a la mía, los edificios parecen doblarse, derretirse.
Y en un mundo de desdichas, conocerte fue suerte.
Me gusta avanzar contigo bajo el aleteo indiferentes de palomas que ya no importan.
El viento hace cosquillas.
Todos pasan rápido y a mi no me importa nada si en este mundo de malos augurios pude chocar con tus ojos, teletrasportarme a los campos ensoñados, virtualidad de lo que alcanzo cada ves que al girar mi cabeza, te veo incendiando el cielo.


sábado, 19 de mayo de 2012

Tantas sutiles muertes. Tantas enfermedades solitarias.
Blancos espacios en la memoria absurda. Frágiles de trozos sin retorno.
Tantas dulces muertes propagadas. Ausencia de luminosidad salubre.
Oscuro paraje de los pasillos míos.
Temible osadía de la cabeza febril.
Castigos obsoletos a mis cavilaciones diarias, a la oscilación que no cesa de mi ímpetu resbaladizo.
Por el tobogán de los desechos, corre mi pena y mi risa.
Me dejo llevar por el poco viento, por los ojos cerrados y el ruido.

viernes, 27 de abril de 2012

Una niña desesperada, pobre niña enamorada, de los atardeceres fríos y la urgencia de sus besos.
Niña contenta, niña de hojalata, con los brazos pesados de tanto no sé que.
Me gusta cuando las cosas mejoran y ganan los abrazos, en desmedro de los reojos.
Me gusta tu risa perturbada haciendo eco en todas partes, ¿la escuchas? ¿te contagia como a mi?
La noche llegó tan rápido, mis párpados caen cadenciosos, las pestañas me pesan kilos.
Pensé estar en un sueño, me gustó.
Casi me desmayo, de esa felicidad familiar de no poner atención a nada y flotar en el tiempo y en el espacio, tan ficticios, tan adornados de buenas intenciones, me sentí tibia.
Me gusta el frío, cuando puedo abrigarme a tu lado.
Ergo, odio el frío de tus pupilas cuando se alejan y me castigan y me clavan esas miradas cargadas de plomo, de balas que sacuden mis escuálida defensa...
Por eso todo es mejor cuando se suavizan las aristas astilladas de nuestras espadas que no quieren luchas, por eso es todo tan suave y limpio cuando se reencuentran nuestras almas que no se veían hace tiempo y giro, estoy girando trastornada a tu alrededor que todo innunda y me siento feliz, como me siento sólo contigo, feliz y perdida en tus ojos forestales, ya te dije toooodo esto antes, no es así?

miércoles, 4 de abril de 2012

martes, 20 de marzo de 2012


Acuso a mi tambaleante forma de ser por las lágrimas que corren vertiginosas por mi cara, acuso a mi fortaleza ilusoria por querer lo que me resulta esquivo.
Si estoy triste es por culpa de mis costillas de lana, incapaces de contener lo que siento y disparo como una loca, los sentimientos que me inundan en todas las direcciones.
Si estoy quebrada es porque poseo un esqueleto cristalino, transparentes son mis intenciones y más claro no puedo decirlo, te quiero.
Es eso lo que me atrapa, la libertad inmensa de sentir, las necesidades torpes de mi mundo interno.
No puedo decirlo de otra forma, porque me estoy muriendo en este momento, porque es mi último momento en la tierra antes de perderme en papeles alborotados que vuelan por mi habitación.
Acuso a mi garganta cerrada, acuso a mi incapacidad de gritar.
Tiemblo a veces, estoy enferma.
No puedo ser más clara, te necesito.
Doy pasos nocturnos, pierdo el equilibrio, me siento mal, tambalea mi marcha. (Palabras que se repiten siempre, en mi cabeza, en mi mano de pluma oxidada)
Estoy entregando todo lo que tengo.
Siento la vulnerabilidad apoderarse de los pocos dominios cuerdos de mi trastocada realidad ficticia.
Escupo letras que piden que no me dejes enloquecer, no puedo decir otra cosa, me estoy volviendo loca.
Se tornan confusos los pasajes de mi mente, de mi corazón, de las voces interiores que susurran en la catedral de mi pecho.
Casi puedo ver la congestión de mis debilidades, de mi sensibilidad extremista e inevitable, de mis llantos cuando te extraño, aunque estés a tres centímetros de mi espalda.
Arremeto contra mi misma, cuando llega tarde el arrepentimiento, la ignorancia real de lo que se mezcla en mis intestinos, no puedo sentirme peor, me disculpo.
Y subo al cielo, como espuma. Y me río cuando pasa el calambre de sentir la respiración fría de la indiferencia en mi cara.
Surjo entre las cenizas clichés de una acomodación racional de lo que siento. :c


























De la muda escuela.
De la transparente ciencia del silencio.
De los pesares entre paredes.
De las angustias a puerta cerrada.
De las expectativas cansadas.
Del debate conciliador.
De la confusión de la autoestima.
De lo nuevo y agotador.
De lo antiguo y difuminado.
De los colores de mi ánimo.
De aguar canciones.
De lo inconcluso.
De un insight.
De la pérdida.
De un intento o más.
De la derrota.

domingo, 11 de marzo de 2012

Acerca tu mano tibia y tu mejilla transparente, transeúnte espacial.
Sobre nuestras identidades esquivas, sabe la noche y las dulces notas de la oscuridad plagada de estrellas; saben los sabores que nos desfiguran el rostro y nos animan los ojos; saben los vapores exhalados por nuestras bocas amistosas.

La intuición fue nuestra brújula entre campos de trenes muertos y calles profundas y sitios preciosos y pensamientos ruidosos.
Rieles diarios de nuestra continua conexia.
Nacimientos diarios de sensaciones extasiadas.
Galaxia o bahía hacia la centinela de un paseo con el sol a nuestra espalda.
Estuve ahí y estuve contigo, con tus ojos que se perdían en la monumental frondosidad de los árboles. Tus ojos, dos bosques, dos avenidas de miel y madera y oliva y ámbar y esas palabras que suenan parecido según el oído adiestrado de mi corazón drástico, fulminante...

Irrumpimos en un ser mitológico y los mapas parecían órganos internos.
Dormimos enroscados en el caracol de su oído y escalamos despacio cada vértebra de su espalda enérgica.
Me llevaste de la mano y cada segundo fue perfecto, etéreo y somnoliento.
Cada beso que pegué en tu cara cargaba las emociones cálidas del verano.
Rosado, tenue, alivio, inhalo... exhalo.
Tu sonrisa me extravía en vendavales de aire nuevo.
Mi pulso se acelera, se agitan mis ojos y el vértigo se adueña del centro de control de mi cuerpo. Y todo es gracias a ti, a tu benevolente presencia en mi existencia, a tu aparición ectoplasmática en mis sueños.


Y pienso, que si mi cama tuviera sábanas, tendrían tu nombre bordado en todas partes.

lunes, 27 de febrero de 2012

Soy como el espectro de tu voz silenciosa.
Un reflejo de tus ojos preocupados.
Cuando tus pestañas apuntan al infinito y con una mueca aguardas en tu guarida.
Se siente como ser un poco de aire resbalando por encima de tu oreja.
Como el trueno de tu risa por las noches.
La agudeza de tu oído cauteloso.
Felino en los bosques tan azules.

Son poemas las palabras mas aguadas. Y la simpleza es sentida con ridículo resabio.
Son tus besos claro oscuro y poesía.
Estas noches y estas rápidas confesiones, se tiñen de tu inerte melodía.
De pronto riman las palabras acomodándose, como se acomoda mi cabeza en tu hombro a mediodía.
Me río, avergonzada y adolorida, con recelo a la consonancia desconocida.

Para EAAS .

viernes, 24 de febrero de 2012

Imaginación limítrofe.
Labios dormidos.
Ojos negros.
No hay palabras suaves a mi alrededor.
Las estrellas no se ven desde mi ventana abierta.
Las horas más largas del día me han adoptado como su única hija.
Así es como susurran las ramas de mis neuronas.
Es el canto afónico de las cuerdas de mi garganta.
Las nupcias. Las nauseas. Las unciones. Las uniones.
Me vuelvo analfabeta. Me vuelvo bicicleta sin frenos.
Me vuelvo golondrina atolondrada y sin un ojo.
Me vuelvo transformista sin cara.
Son las luces apagadas.
Es el desierto de mi cama.
Son las penas de las nubes.
Las enfermedades terminales que no terminan.
Los años que parecen ridículos.
La torpeza.
La franca razón que a mi mente agita.
El jadeo descontrolado de mi calendario sin fecha.
Mi nacimiento que nunca fue...

jueves, 23 de febrero de 2012


Una bolsa de te.
Dolor de cabeza terrible.
Resaca.
Las obsesiones diarias.
Una linea que pretende ser mejor que otra.
Una imagen cansada, cálida como tarde de verano.
Pensamientos tan rápidos como un respiro de mis pulmones plomos.
Atraviesa mi cerebro como una flecha, una leve idea superior. Ésta desaparece, tenue residuo diurno. 
Desentierro mis pies del suelo, con la pala imaginaria de la ficción que vivo.
Y despierto, amargada por el peso en mis sienes. Despierto agitada y amnésica, con el sol atravesándome los párpados.
Y descubro, con la facilidad que me agrada ignorar, la repetición de las palabras en mis embustes. El trágico final escondido tras el fino cristal de lo ignorado, todo es tan fácil, tan condenadamente fácil.

martes, 21 de febrero de 2012

(Es así cuando me posee esta tristeza sin precedentes)

Mis pies pequeños están bajo tierra, enterrados en en cemento fresco.
Mis rodillas con moretones tiemblan, es el hambre y son los impulsos amarrados.
Mi espalda trizada ya no soporta mi peso de camión estacionado.
Mis hombros quieren dejar caer mi cabeza ruidosa RUIDOSA. (me detendré luego)
Mi garganta tiene un nudo que conecta con mis ojos amarillos. Parpadeo, lágrima, trago de saliva, lágrima.
La voz de gallina a la que orgullosamente detesto, está escondida en mis costillas. Silencio, me quedo en silencio, no tengo algo mejor que decir.
Siento el bochorno desorientado de esta que no soy yo.
Siento la melancolía fantasiosa de esta tonta que no soy yo.
Permanezco erguida, aguantando el llanto y la respiración, estas reacciones arbitrarias de esta estúpida que no soy yo.
Mi cabeza hace un ruido terrible, el sonido del silencio haciendo explotar el planeta.
La sordera del vacío.
Mi boca silente, mi boca pequeña, mi boca voraz quiere alimentarse de mis labios, desangrarme la cara y los dedos hasta quedar rendida, (arrepentida).
Pido a gritos sordos la comprensión que me falta.
El entendimiento sobre natural a estas causas.
El entendimiento perfecto, que por ser todo lo opuesto no necesita ser nada mas. ¿me entiendes?
Es así cuando de repente explota en mi vientre la capsula de los delirios, la euforia inicial, el optimismo radiante, las ganas, la fiesta, la sonrisa y esa mierda.
Es así cuando se desvanecen los mundos y todo queda destrozado, cuando se diluye en mi sangre todo átomo de relucencia (no se si esa palabra existe) y queda lo que queda, que no soy yo y por lo mismo lo soy ¿me entiendes? queda lo que queda que es penuria y colores grises, el saco marrón al que me refería hace un par de años, saco lleno de pesares y procesiones baratas.
La disarmonia preciosa de mi delicada fibra emocional. Lo avergonzada que me siento, lo que no me siento por no ser yo y por seguir siéndolo i-rre-me-dia-ble-men-te






(Desvarío frente a la audiencia de mis cien ojos, las cincuenta (sin cuenta) ridículas personas que me habitan se ríen. Soy yo el pájaro azul atormentado del viejo chinaski, perdí la llave de la jaula y el encierro me ha vuelto loco.)

Se demasiado de desprecios, de carne viva y rosada ardiendo. Se demasiado de indiferencia, se demasiado de golpes y confusión.
Se de purgas, de expectativas irrealizables, de idealizaciones plásticas, de horrores nocturnos, de arrepentimientos vacuos.

(Una pesadilla joven.
Un cansancio anciano.
Un presente escurridizo.)

Destrucción temprana, fragilidad de amanecida.
Me duele el pecho y no se porque.
Fallezco entre sollozos y no se porque.
Dependo de sustancias y no se porque.

Se demasiado de angustias.
Se demasiado de no ser querida.
Se demasiado de esperar en los rincones inertes de los días fantasmas.

Se de cosas que no me sirven, ignoro lo fundamental de mi funcionamiento.
Máquina incompleta.
Retorcijones que hacen cortocircuito.
(¿Cómo puedes quererme? Si es lo haces.
¿Cómo puedo aceptarme? Siendo un tacho de inmundicia. :c
¿Cómo puedo galopar este teclado si quisiera no saber leer?
¿Cómo puedo concluir estas lineas si se lo que viene después?)

domingo, 19 de febrero de 2012

Viviré de la opulencia del arte roto, del descaro triste que tiene lo que se esconde en los callejones.
Viviré de lo desconocido. Lo que vive queriendo estar muerto, deforme en esencia, quebrado en lo íntimo.
Viviré de lo desolado y desértico, del pan diario del hambriento, del hastío, de la gloria y la sonrisa, de lo impreso en mis líquidos ectoplasmáticos y linfáticos, místicos y groseros en su propia naturaleza deshuesada.

viernes, 10 de febrero de 2012

Prácticamente de la nada, de las entrañas del vacío mismo, identifico mi desconexión natural con el entorno.
Y me reconozco aislada, desolada. Irreconocible en el espejo y traicionera de mis letras.
Inmensamente feliz en la tragedia, nostálgica del pasado y sus luces, las pocas que brillaron.
Aliviada en el presente, negadora de los ayeres tristes.
Bifurcada en todo sentido, adolorida en el espectro de lo conocido.

De los momentos vacíos que no existen, porque están llenos de atmósfera y de polvo y de sueño y de humo y cosas que no veo; de esos momentos surge mi angustia, mi nudo de garganta, mis lágrimas de felicidad, mi dicha completa, mi trastorno tenebroso...
Y de la nada permanente, llena de espesa realidad, surge mi yo ambivalente, concentrado en los puntos medios, como decían los filósofos antiguos y aún así perdiéndose en los excesos, de amor, de miedo, de incertidumbre necesaria.

sábado, 4 de febrero de 2012

¿Se puede volver de un misterioso coma, de una desaparición del alma. Esporádica como fue, escalofriante como lo fue?
¿Pueden lo párpados entibiarse?

Se siente fuerte en la piel, después de una mañana renacentista. Una marca roja será mi recuerdo.
¿Pueden los dedos entibiarse?

Un eco desconocido me quebró, fui cristal de ese momento.
Me sentí de arcilla, me sentí de arena seca.
¿Puede tu cabeza sacudirse el polvo?

(Tengo las manos en los bolsillos, apretadas, lo juro...)
Y lo que lluevan mis ojos no serán más que sonrisas y mandarinas.

Silencio, privativa soledad.
Resucitar de entre los muertos.
Confuso estado de limbo. (No, ya no)

Relámpago de tardes. De ansias.
Tesientoahorayaquíenrinconesdemialmaenlasquemadurasdemicuelloenmicorazóntambaleante.




viernes, 3 de febrero de 2012

Son retozos de las tardes color sepia. Minutos que se escaparon al conteo arbitrario de nuestras conciencias, diluyéndose, frágiles.
Escapes naturales y coincidencias nefastas llenas de suerte.

domingo, 29 de enero de 2012

II

A ella le dan un miedo terrible las noches, las detesta un poco; cuando el sueño la esquiva con desprecio, ella piensa que debe ser algún tipo de castigo, aunque sabe que no merece ser castigada.
La luna es cruel con su ánimo, la oscuridad la seduce a la muerte, la enerva y le pone fármacos en la boca.
Aún así se le iluminan los ojos con las estrellas que llenan de bipolaridad los minutos.
La estoy conociendo de a poco, me da lástima.
La estoy conociendo de a poco, no quiero apresurarme.

I


Estoy recién conociendo a una mujer que de alguna forma, conozco hace tiempo, pero en sueños, imaginaciones, hipótesis…
Para ella los cielos se tornan violentos, esto la llena de alegría y por eso llora. ¿Extraño no? Sus lágrimas, que se escurren con una facilidad increíble, celebran lo bello con la misma amargura que disfrutan los rencores y ventiscas que le presentan los días.
Tiene 23 años, la conozco hace un par de semanas, al menos eso creo. Esas semanas podrían ser también horas o centurias, no lo tengo claro y no es demasiado importante.
No la conocí de golpe, como sugeriría cualquier historia emocionante de esas que salan la vida supuestamente, nuestro encuentro fue más bien pausado, progresivo e incompleto; aun me faltan tantos detalles para comprender sin que se me crispe la piel, aquella manera frágil y confusa que tiene de moverse por su historia.
Cada vez que la miro, cuando nos vamos a dormir ya cansadas de todo, me parece tan absurda la maligna saña con que destroza lo que tiene y sin embargo, despierta, no soy capaz de detener sus golpes…

lunes, 23 de enero de 2012

Imposible verbo de justificación, pestañeado a doble velocidad (impalabra), el tedio de lo obligatorio.
Caminos y surcos resbaladizos de ansias, exclamantes, agresivos.
No pude quedarme ahí, el movimiento de mi cuerpo es natural a lo ignorado...

Donde no hay más de 4 palabras y el lenguaje más diverso de los tiempos.
Ojos que son faroles agonizantes...
Manos que reviven todo, huracanes que revuelcan todo...
Génesis novedosa, siempre. Te lo juro, siempre.

martes, 17 de enero de 2012

Suelo escribirle a la tristeza que se acumula en mis rincones como arena que se niega a ser barrida.
Esta vez dedicaré mis golpes de teclado a la ceguera que me produce la brillantez de nuestros días, cuando te escucho llegar entre minutos, cuando corro a la puerta con una sonrisa, cuando te beso por primera vez en el día y se ilumina mi cara.

domingo, 15 de enero de 2012

Esos cerros de verdad son así de muchos colores.
¿Por qué crees que sea?
Yo creo que as lineas están marcadas por la fuerza y progresividad del viento y por la densidad de los materiales.
Pero ¿por qué son así? Porque querían que los viésemos y nos gustaran?
Parecen espaldas dormidas de dinosaurios muertos; cadáveres que encontramos bonitos, en algún momento serán serán nuestros ojos de colores los que yacerán en el suelo y espero que para ese entonces exista algo o alguienes que disfruten del espectáculo de nuestra muerte.

jueves, 12 de enero de 2012

Mi boca de volcán expulsa lava, humo y cenizas cada vez que la tos irrumpe en mi garganta, quebrando la voz de gallina que tengo, transformándola en eléctrica vejez.
Mis ojos de oasis petrolero perdido se enardecen a diario, creando meteoros ácidos que van a dar a mi cerebro adormecido por el dolor.
Soy naturaleza en caos, expresión humana de la trémula felicidad lejana.
La triste búsqueda humana por lo divino inconcebible, inalcanzable fantasía mía...
Inalcanzable y sensible fibra.

Cielo que se deja llevar por el viento.
Obsesiva mi forma de narrarlo todo.
Pelo revuelto en el que duermo.
Brazo brillante que es mi almohada.
Barcos sin dueño deslizándose en el fondo.
Nubes bailarinas de tristes movimientos.
Etérea moraleja del paisaje.
No hay descanso en las ilusiones.
No hay tierras firmes en la acuosa imaginación.
Atardeceres que me pierdo.
Dolores culpables.
La cabeza me da infinitas vueltas.
Los viajes de mis dientes apretados... cada siesta, cada siesta solitaria.
Mis manos indefensas en cada siesta, en cada siesta ermitaña.
Despertares confusos, aislados, desolados.
Viento que se lleva todo.
Obsesiva mi forma de narrarlo todo.