martes, 21 de febrero de 2012

(Desvarío frente a la audiencia de mis cien ojos, las cincuenta (sin cuenta) ridículas personas que me habitan se ríen. Soy yo el pájaro azul atormentado del viejo chinaski, perdí la llave de la jaula y el encierro me ha vuelto loco.)

Se demasiado de desprecios, de carne viva y rosada ardiendo. Se demasiado de indiferencia, se demasiado de golpes y confusión.
Se de purgas, de expectativas irrealizables, de idealizaciones plásticas, de horrores nocturnos, de arrepentimientos vacuos.

(Una pesadilla joven.
Un cansancio anciano.
Un presente escurridizo.)

Destrucción temprana, fragilidad de amanecida.
Me duele el pecho y no se porque.
Fallezco entre sollozos y no se porque.
Dependo de sustancias y no se porque.

Se demasiado de angustias.
Se demasiado de no ser querida.
Se demasiado de esperar en los rincones inertes de los días fantasmas.

Se de cosas que no me sirven, ignoro lo fundamental de mi funcionamiento.
Máquina incompleta.
Retorcijones que hacen cortocircuito.
(¿Cómo puedes quererme? Si es lo haces.
¿Cómo puedo aceptarme? Siendo un tacho de inmundicia. :c
¿Cómo puedo galopar este teclado si quisiera no saber leer?
¿Cómo puedo concluir estas lineas si se lo que viene después?)

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