Podrían ser tantas las opciones que se enmascaran en este momento de alguna forma real.
Podrían mis ojos estar golpeando otros lugares ahora mismo.
Y mis manos parpadeando otros lenguajes.
Los edificios bien podrían difuminarse perdiéndose en un olvido.
La tierra ser el cielo.
Lo perpetuo, pasajero.
Escalones de acero, profecía bíblica y emocional.
Mi edad no es tal.
Mi materia es mariposa de sombra, recorriendo cada espacio en el rabillo de mi ojo.
El frío de esta noche, promesa vacía.
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