lunes, 26 de septiembre de 2011

Bajas edificaciones.
Altas pulsaciones FALSAS.
Antiguos caminos, recorridos varias veces. (En nuestras memorias nunca antes vistos)
El piso, los cristales, los colores, el brillo del sol.
El camino no existe...

Cielo al descubierto, propenso y peligroso. Despejado para el avistamiento agil. (Faltaban los bosques que esclarecieran la tarde)
Sin sentido unos minutos, recuerdos idiotizados los otros.

[ Recuerdos, el fragmento errante de mi pasado barrido. Sin polvo, sin imperfecciones, sin lágrimas... Humanizado... Racionalizado... No lo estropees... Voces de antes, timbres fuertes, gritos arrogantes... Recuerdos reescritos, para salvaguardar nuestra nostalgia incompleta. ¿Sabes lo que pasó? Que tu existencia y la mia no tenían camino común. Fue un desvío de mi parte, un error que no lamentas de la tuya... ]

Lamento esta tarde y la celebro del mismo modo. Por el sabor artificial que me causa en recuerdos y las ansias del presente, que saben a frutos rojos, que no me dejan entrar del todo, que me tienen en vela y profundamente dormida que me... que me...

Bajas edificaciones que dejan al sonido pasar desnudo, desértico y puro. PERO seco y agrietado.
Nuevamente lo definió la naturaleza, somos... no, fuimos. Fuimos a costa de los deslices de tus menoscabados y heridos recuerdos.

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