viernes, 9 de septiembre de 2011

Abandonando

Cuando en mis años jóvenes fui lo más parecido a una turista pero sin serlo, paseaban mis zapatillas por las rocas de la costa olvidada, callejones impuros cerca del muelle pesquero.

Me detuve ante algo que llamó mi atención, en una muralla vieja… un letrero de luces de neón, colores vívidos que no había visto antes. ¡No podía ser real!

Estaba en trance y de momento a otro el letrero ya no estaba, me sentí Harry Haller en el norte de Chile; ciudadana abstraída en la cúpula ploma, cuidad gris y también animal que rasca sus uñas en la arena

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